21 marzo, 2013

Mantecados de Mallorca, fáciles como respirar.

Buenas! He vuelto a meterme en la cocina porque necesitaba no pensar en nada más y, curiosamente, funciona. Buscando algo fácil y delicioso he encontrado la receta más fácil que existe: 3 ingredientes; proporciones imposibles de olvidar y un sabor exquisito, de antaño.

Vamos allá, que se me hace la boca agua:
Ingredientes:

- una parte de azúcar
- una parte de manteca de cerdo
- harina de trigo, normal.
Para decorar:
- Azúcar en polvo
- Canela en polvo


Y diréis: ¿una parte de qué? Pues tomáis la medida que consideréis dependiendo de los que queráis que os salgan y la usáis en los dos primeros ingredientes. A mi me salieron unos 55. Usé 200gr. de azúcar y, por tanto, la misma cantidad de manteca de cerdo, a temperatura ambiente Una vez bien mezclados queda una pasta como una pomada. Ahora hay que añadir la harina: unos 500gr. más o menos. Si, yo tampoco soy muy amigo de las recetas que no especifican exactamente las cantidades, pero en este caso no hay que mirarse mucho. Lo importante es que la masa resultante sea consistente pero que no se rompa. Si os pasáis los mantecados quedarán más prietos y si os quedáis cortos se desparramarán por la bandeja. Ninguna de los cosas es mala en sí, pero es bueno tenerlo en cuenta. Para mí, mejor que queden consistentes.

Extendemos la masa sobre la encimera enharinada hasta que tenga un grosor de 0'5cm. La cortamos con un cortapastas y llevamos al horno, precalentado a 160º durante unos 12-15 minutos. Mejor si están bien espaciados ya que crecen un poco al hornearlos. Hay que vigilar que no cojan nada de color ya que eso indica que se han tostado por dentro y aunque no les da mal sabor, los deja demasiado crujientes/duros.

Al sacarlos del horno los dejamos enfriar en la misma bandeja ya que están muy quebradizos. Una vez fríos, los espolvoreamos con azúcar en polvo y canela.

¡Y a comer!

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